miércoles, 13 de agosto de 2014

INSTALACIÓN ELECTRICA: INTERRUPTORES CONMUTADOS


Este es un post que sin duda os será muy útil. Ya os lo prometí cuando cambiamos los interruptores del cuarto del niño de lugar… ¡Y aquí lo tenéis!


Los interruptores conmutados son dos o tres interruptores de luz que actúan independientemente sobre la misma fuente de luz a pesar de estar en lugares diferentes. Es muy usado en pasillos largos, donde interesa encender la luz al entrar al pasillo y apagarla al salir por el lado opuesto.
O en dormitorios, donde se enciende la luz principal al entrar en la habitación y apagarla desde la mesilla de noche o viceversa…

Puede parecer muy complicado, pero siguiendo un esquema (foto inicial) y adaptándolo a nuestro caso, es realmente sencillo.

Pueden ser incluso interruptores conmutados triples, muy usados en dormitorios de matrimonio con dos mesillas de noche: cada uno de los tres interruptores actúa independientemente sobre la misma luz.

Normalmente, los interruptores sencillos actúan sobre un solo polo de la corriente, o sea, interrumpe la electricidad en uno de los cables que van o vienen de la bombilla. Es muy simple.

En el caso de los interruptores conmutados, hay varios cables más para que los interruptores puedan interactuar entre ellos y accionar la luz independientemente. Sólo hay que seguir el esquema.

Lo dicho: parece complicado y espectacular, pero es facilísimo de hacer.

Eso sí, es necesario interruptores especiales. Pero no os asustéis, los encontraréis fácilmente en cualquier tienda de electricidad. Al decir especiales quiero decir que han de ser específicos para conexiones conmutadas.
Los dobles llevan tres patillas de conexión en vez de las dos que llevan los interruptores convencionales.
Y las llaves conmutadas triples tienen dos interruptores iguales a los dobles, o sea tres patillas, y el tercero -colocado en medio de los otros- tiene cuatro patillas.


La conexión de esta llave de cuatro conexiones o patillas es muy secilla: simplemente iría entre las otras dos: se unen las dos patillas de un lado con las dos de un interruptor y las otras dos con las otras dos del otro interruptor. Las que quedan libres, en cada extremo, irían cada una a un polo.

También hace falta que la instalación eléctrica esté saneada. O sea, que sea una instalación relativamente moderna, con tráqueas o tubos corrugados y sin demasiados cables.

Es necesario meter algún cable más para realizar esta instalación y además, debemos tener todos los cables perfectamente identificados.


No basta saber cuál es el polo vivo y cual es el neutro… Aunque el buscapolos o buscafases nos será muy útil. Debemos tener bien localizados los cables que llegan a la bombilla y los que actúan como interruptores actualmente.

Pero si examinamos las conexiones de los interruptores y los cables que entran y salen de éstos y de las cajas de registro cercanas, nos resultará relativamente sencillo saber por donde van y en donde actúan.

Es importante hacernos un esquema. O cuando nos enfrentemos con los cables, nos haremos un lío.

Una vez hecho, ya podemos ver los cables que precisamos introducir y debemos proceder a meterlos por la tráquea correspondiente.

No va a ser tarea fácil en mi caso, porque una de las tráqueas es bastante larga: unos cuatro metros y me consta que tiene varios ángulos rectos, que dificultan bastante meter cables y más habiendo ya varios dentro de ella.

Pero es un reto y tenemos que superarlo.

Hay que tener en cuenta que debe haber dos cables libres que servirán para unir entre sí las dos llaves interruptoras.
La pestaña que queda libre de cada llave, va cada una a un polo distinto, de modo que podemos conectar la llave nueva al enchufe que hemos colocado bajo la llave. El otro interruptor va conectado a un cable de la bombilla; y el segundo cable de la bombilla es el que va conectado al otro polo de la corriente.


Una vez examinado el esquema, veo que son dos los cables extras necesarios para que funcione el sistema, justamemente los cables que conectan directamente las dos llaves entre sí. Así que me he comprado una guía de electricista. Podéis aprender a usarla en el post que dediqué a meter cables en los tubos corrugados.

Aveces es más sencillo sacar los cables que ya hay montados y meterlos de nuevo junto con los nuevos.

También podemos aprovecharnos de los cables que ya están metidos y atar la guía al extremo de uno de ellos. Al sacarlos, la guía pasa dentro de la tráquea y basta volver a atar a ésta todos los cables que queramos meter.

Una vez metidos los cables, ya solo queda hacer la conexión. Insisto: es imprescindible que os hagáis un esquema en el que se vea claramente las llaves, y sus conexiones.

A veces no tenemos cables de suficientes colores para poder diferenciarlos.
Pero no importa: si tenemos dos azules, podemos poner en los extremos de uno de ellos cinta aislante negra. Otro sistema más seguro es usar unas fundas de colores que se introducen en el cable y al calentarlas con un mechero se aprietan contra el cable, quedando permanente.
Si fueran tres cables del mismo color, podemos usar también cinta aislante de color blanco u otro color, o fundas de otros colores, naturalmente.

Pero lo importante es eso: tener el esquema y seguirlo a rajatabla: con tanto cable y conexión es frecuente que cuando vayamos a darle a la luz, veamos que no funciona alguna llave conmutada… ¡O que salte el automático!

Por eso es importante hacerlo con mucha calma, y repasarlo bien antes de conectar la electricidad.

Y no menos importante es conservar el esquema de las conexiones para alguna futura modificación.

Yo ya he montado bastantes interruptores conmutados en mi casa y la de algún familiar… pero aún así me viene fenomenal sacar el esquema que tengo bien guardado y examinar los cables con el esquema por delante.


Me ahorro mucho tiempo y quebraderos de cabeza, sobre todo cuando se trata de manipular cajas de empalmes con gran cantidad de cables: con un poco de paciencia y tanteos, podemos averiguar a dónde va cada grupo de cables… Pero si tenemos en la misma caja un papelito guardado (plegado y pegado en un lateral, que ahí ni estorba), sólo tendremos que echar un vistazo para saber de inmediato a dónde va cada cable en futuras reparaciones o mejoras de la instalación.

Ya queda, simplemente, ir haciendo las conexiones tal y como las hemos dibujado en el esquema ¡Con la luz de la casa desconectada, o al menos con los cables que traen la electricidad a esa zona desconectados!

Normalmente, los cables van metidos en los interruptores a presión: al lado de los orificios donde van metidos los cables, tienen una pestaña. Apretamos la pestaña contra el interruptor, metemos el cable con la punta bien retorcida y soltamos la pestaña. Veremos que se queda bien sujeto.


Para los cables que debemos conectar entre sí, podemos usar clemas. Ya os hablé de ellas.

Ya solo queda montar los interruptores en las cajas empotradas, cerrar las cajas de empalmes...

¡Y a disfrutar de nuestras llaves conmutadas!

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